Llegó el otoño y nuestros jardines merecen tanto o más atención que durante el verano, ya que un buen mantenimiento asegurará que la próxima temporada de calor vuelvan a su máxima expresión de colores y aromas.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
¿Cuándo hay que empezar a trabajar en ellos? Superados los calores más intensos del verano y cuando empiezan a declinar las horas de luz, ahí podemos empezar las tareas de otoño. Además, hay otras señales, es el momento en que los tonos rojizos comienzan a aparecer, eso se produce por el cambio de temperatura, ya que a la noche ésta baja un poco más, aunque esto en nuestra zona se vea cada vez más atenuado.
Los cambios de temperatura y de horas de sol llevan a las plantas a volverse más rojas, amarillas y ocres. El jardín empieza a entrar en reposo, hasta a llegada del invierno.
Armá tu urban jungle
No hay qye apresurarse con las podas, sino disfrutar un poquito de la baja temperatura y el reposo de las plantas. Entonces, esta actividad se puede dejar para más adelante, porque lo aconsejable es que sea un momento de reposo pleno.
¡A pintar la pileta!
También hay que reducir los tiempos de riego, pues es una época más húmeda y con menos horas de sol, y eso hace propicio al ambiente para que proliferen los hongos. Lo ideal es que el riego sea por la mañana para que no haya humedad excesiva.
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