Thursday 25 de April de 2024
IDEAS úTILES | 27-11-2018 09:49

Cómo reducir la radiación del celular

El smartphone siempre va con uno, ya sea en la mano, en el bolso o junto al cuerpo. No hay pruebas concluyentes de que la radiación del aparato sea dañina, pero hace unos años un informe de la bOMS alertada de sus posibles efectos cancerígenos.

”En este punto no podemos descartar que haya riesgos por el uso a largo plazo de los dispositivos móviles”, asegura Jan Henrik Lauer, portavoz de la Oficina Federal Alemana de Protección Radiológica (BfS). Por eso, la recomendación de la BfS es minimizar esa exposición.

Los celulares usan campos electromagnéticos de alta frecuencia para enviar y recibir audio y datos. El usuario no nota nada pero absorbe energía. Es la llamada tasa de absorción específica (SAR, por sus siglas en inglés), un valor del que todos los teléfonos y tablets tienen que informar.

El valor máximo recomendable es según la BfS de dos vatios por kilo de peso corporal. Los smartphones tienen que mostrar dos valores SAR: el que se produce hablando con el teléfono al oído y el de llevarlo junto al cuerpo.

La información se encuentra en la guía de usuario y también en una base de datos de la BfS, que se actualiza de forma regular y que es pública.

Según sus datos, para el Samsung Galaxy S9+ es de 0,29 W/kg en el oído y de 1,35 en el cuerpo a una distancia de 0,5 cm. En el caso del iPhone X es de 0,92 al oído y de 0,95 en el cuerpo. La del Huawei P20Pro es de 0,73 al oído y de 1,22 junto al cuerpo.

En todos los casos se trata de valores reducidos, según Lauer. Los teléfonos modernos con LTE o UMTS emiten menos radiación que los celulares más viejos.

“Depende también del diseño”, explica Lauer. “A causa de las pantallas más grandes se amplía la distancia entre la antena,que suele estar en la parte de abajo de la carcasa, y la sonda de medición, por lo que el valor SAR baja”.

Los fabricantes de fundas especiales suelen publicitarse asegurando que protegen de ella a las personas.

“Pero esos accesorios hacen que el smartphone aumente sus emisiones para mantener la conexión”, critica Bernd Theiss, de la revista Connect.

Hay otras formas de reducirla más sencillas. Elegir un smartphone con un valor SAR lo más bajo posible. Además, usar el teléfono fijo siempre que se pueda, en vez del smartphone.

A su vez, durante su uso la antena tiene que estar lo más lejos posible de la cabeza (es mejor hablar con auriculares puestos). Y cuando no se use, no debería estar pegado al cuerpo. “Cada vez que se duplica la distancia, la radiación presente se reduce a una cuarta parte”, agrega. Por eso no conviene dejar el teléfono en la mesita de luz cuando uno se va a la cama. Si se lo usa como despertador, ponerlo en modo avión.

Como los teléfonos aumentan al máximo su radiación cuando hay mala recepción, habría que evitar hablar en zonas con mala cobertura, en el auto o durante un viaje

en tren con túneles. Si se habla con una conexión WiFi o bluetooth, la radiación es mucho más baja.

Cuando sea posible, además, es mejor usar una red WiFi y tener desconectados los datos móviles.

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