Si sos una jardinera apasionada, sabrás lo fácil que es gastar mucho dinero en plantas nuevas.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
Sin embargo, haciendo vos misas gran parte del trabajo, tendrás una maravillosa actividad semanal.
Para eso, te damos algunos consejos:
Presupuesto: si desde el inicio sabés cuánto dinero tenés disponible para el jardín, podrás apagarte a ese presupuesto y, si sobra algo, podrás darte el gusto de algo extra.
Semillas: usá las de las flores y vegetales de la temporada anterior, que crecieron en tu jardín o en el de alguna amiga. Dejá que se sequen para que no enmohezcan y colocalas en bolsas separadas y etiquetadas. Almacénalas en un lugar tibio y seco durante el invierno. En primavera, plantalas en semilleros y mantenelas dentro de la casa, cerca de una ventana donde dé la luz del sol. Regalas y cuídalas.
Buscá los días de ofertas en los viveros para conseguir buenos precios o averiguá sobre los clubes de trueque de semillas que hay en distintos barrios para conseguirlas sólo a cambio de otras, o bien entregando material para reciclaje.
Plantá esquejes: si te gustas las plantas del jardín de otra persona preguntale si te puede dar un esqueje (gajo). Muchos se sentirán halagaos y te dejarán recortar algunos.
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