Tuesday 19 de March de 2024
FAMILIA | 15-11-2017 12:11

¡Tengo que hacer todo con él!

¡Ni un minuto separados! Para muchas parejas enamoradas no hay como compartir tiempo. Con tal de estar junto a la otra persona, uno puede ir a un concierto de música clásica cuando en realidad le gusta el rock o aceptar salir de vacaciones en carpa aunque siempre detestó dormir en cualquier parte en donde no hubiera una buena cama. Pero cuando el enamoramiento explosivo va cediendo ante la vida cotidiana es inevitable no plantearse la pregunta: “¿Realmente tengo que hacer todo esto?”

Hay quienes aseguran que esa idea de que las parejas deben compartir su tiempo libre es algo muy moderno, ya que las generaciones pasadas tenían otro modo de ver la vida en común. Antes, si las parejas no hacían algo juntas en esos momentos libres, no tenía ninguna repercusión en la relación. Al contrario: era muy poco usual que ambos tuvieran un miso hobby.

Compartir intereses en importante para una pareja pero los hobbies no tienen tanta relevancia como los valores compartidos y las actitudes en las que ambos coinciden.

Los proyectos de vida planteados en conjunto también le aportan solidez a una relación, ya sea tener hijos o armar un hogar. Si a uno le gusta remar y al otro no, no es tan decisivo, pero si hace una diferencia cuál es la actitud que uno tiene frente a esos gustos no compartidos.

Lo crucial es que cada uno pueda contarle al otro qué hizo durante el día y que el otro sepa escuchar con cierto entusiasmo.

Por supuesto, también pueden verse parejas quevan juntos a todas partes. Son vínculos simbióticos. Pero no siempre duran…

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