El jardín comienza a despertar. Es momento de revisar la tierra y las plantas, de afilar las cuchillas de la cortadora de césped, preparar las tijeras de podar y acondicionar las regaderas.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
Si tenemos plantas trepadoras, debemos controlar que estén correctamente atadas y guiadas y en el caso de las herbáceas, al estilo de llagas de Cristo o capuchina, conviene colocar estructuras de soporte antes que comiencen a crecer en alto para florecer. Se pueden utilizar estructuras metálicas, cañitas con taza o alambre dulce. Algunas, requerirán de tutores más vigorosos.
Es un buen momento para trabajar la tierra y aportar abono orgánico, como estiércol compost, mantillo, e inclusive se pueden usar las cenizas de la chimenea para fertilizar el jardín.
Armá tu urban jungle
Controlar que los bulbos y rizomas continúen tapados. Si perdieron la tierra de arriba habrá que volver a recubrirlos con tierra, mantilo o truba.
¡A pintar la pileta!
Podar árboles y arbustos, excepto los que florecen a finales de invierno o principio de primavera. Esto se debe a que florecen sobre ramas que ya tienen un año.
Agapanto: La flor del amor
Fertilizar las plantas que están listas para florecer, como las azaleas.
Comentarios