Evocadoras de los extravagantes sombreros del carnaval de Nueva Orleáns, las decorativas flores del flamenco florecen desde la primavera hasta el final del verano. Por entre sus hojas arponadas, se asoman las flores blancas, amarillas, verdes, rosas, naranjas y rojas. Les gusta mucho la luz, lejos del sol directo y las corrientes. En invierno, cuando el sol es más débil, hay que resituarlas. Su sustrato nunca debe secarse del todo, pero tampoco encharcarse o se pudrirán sus raíces.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
Cada dos años, deberás replantarlas en recipientes mayores. Sitúa el cepellón de manera que las raíces crecidas por encima del sustrato queden a la vista. Cubrí con una capa de musgo humedecido. Mezclá arena gruesa y ,mantillo con el compuesto, para mejorar el drenaje y favorecer la acidez, favorita de estas plantas.
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