Friday 19 de April de 2024
JARDíN Y MASCOTAS | 08-09-2016 22:10

Por siempre violetas

Florece en primavera y lo hace en colores azul intenso, morado claro, violeta, púrpura, blancas o amarillas, y es una de las preferidas para embellecer jardines y balcones. A la violeta se la reconoce como símbolo de la modestia, ya que sus flores chiquitas parecen esconderse tímidamente debajo sus hojas grandes y acorazonadas.

Las violetas han sido conocidas durante siglos, desde los antiguos griegos que las cultivaron cerca del 500 aC. Los griegos y los romanos utilizaron violetas para la fabricación de remedios de hierbas, del vino (Vinum Violatum), y para endulzar alimentos, entre otros. Ellos consideraban a la violeta como un símbolo de la fecundidad y el amor, por lo que las utilizaban para preparar filtros. Plinio recomendó que una guirnalda de violetas fuera llevada encima de la cabeza para sanar dolores de cabeza y mareos.

Actualmente existen alrededor de 400 variedades de violetas; sin embargo, casi todas tienen las hojas en forma de corazón, las flores asimétricas y el tallo largo y fino.

Entre las más populares se destacan:

- Viola odorata: presenta una floración con un buen aroma durante la primavera y se destaca por sus colores rosa, amarillo, azul y blanco. Necesita un suelo con abundante humus y no crece más de veinte centímetros de altura.

- Viola cornuta: florece entre primavera y verano, y es la violeta clásica de la que proceden la mayoría de las variedades. Es muy resistente a variados rangos de climas.

- Viola canina: comúnmente conocida como “violeta de perro”. Sus flores son de color azul-violeta. Es ideal para suelos arenosos y espacios de semisombra.

- Viola tricolor / viola wittrockiana: conocida como “pensamiento”, es en realidad una especie híbrida, surgida de la violeta cornuta.

Suelen cultivarse fácilmente por cortes de raíz o semillas y se aconseja plantarlas a la sombra de árboles caducos, lo que permite que tengan un sol pleno en invierno y en primavera.

– Requieren de tierra trabajada con abono y con un buen desagüe.

– Se la debe plantar a principios del otoño, de 10 a 20 centímetros de profundidad, dependiendo de la variedad.

– Regar moderadamente, ya que no necesitan de grandes cantidades de agua.

– Sacar las flores desteñidas para promover flores más fuertes.

– Fertilizar una vez comenzado el florecimiento.

– Para su cuidado, escoger las semilleros en maceteros individuales cuando sean suficientemente grandes y plantarlos fuera, durante el verano. Deben recibir humedad extra en el tiempo seco. Rociarlas con una manguera y alimentarlas ocasionalmente con abono líquido.

– Se debe cortar la planta durante el otoño o poco después de florecer. Las divisiones más grandes pueden ser plantadas fuera, aunque es mejor conservar arriba divisiones más pequeñas y hacerlas crecer a la sombra en un invernadero.

08 de septiembre de 2016

Galería de imágenes

Comentarios

Espacio Publicitario