¿Cuántas veces habrá escuchado uno decir que el ananá ayuda a quemar calorías? Llegó la hora de la verdad: no es cierto.
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Se suponía que el ananá tenía ese efecto mágico gracias a una enzima llamada bromelina, pero lo que hace esa enzima es, básicamente, descomponer proteínas. No tiene impacto en el gasto de calorías.
La bromelina también es la que le da un gusto amargo al yogur o al helado de ananá, porque actúa sobre las proteínas de leche. Pero hay un truco para evitarlo: si sumerge un minutito el ananá en agua hirviendo, se desactiva la enzima.
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Lo que más destaca de esta fruta es su contenido de vitamina C: tiene 19 miligramos cada 100 gramos. Contiene además potasio, que tiene un efecto diurético, y muy pocas calorías y grasas.
Eso sí: es una fruta que no madura una vez que está en casa, por eso se recomienda comprarla ya bien dulce. El mejor modo de reconocer su punto de madurez es por el aroma en la base del tronquito.
FUENTE: dpa
13 de julio de 2016
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