Wednesday 24 de April de 2024
MODA Y BELLEZA | 01-10-2015 14:39

Dos gotas bastan

¡Oler rico nos hace sentir fantástico! Se calcula que un 68 por ciento de la población usa perfume a diario, al menos tres veces al día. Por lo tanto serían unas 86 mil aplicaciones en toda una vida. Además, la oferta es contante: alrededor de 50 nuevas fragancias se lanzan cada año. De hecho, cerca del 92 por ciento de nosotros contamos con más de un frasco de estos elixires preciosos en nuestro poder.

Nariz que siente

El olfato y las emociones están ubicados en la misma zona de la cabeza: el sistema límbico es considerado la nariz del cerebro. Más que cualquier otro sentido, el olfato navega la parte lógica de nuestras neuronas. Según los expertos, sin olfato no estaríamos capacitados para experimentar ni procesar ninguna emoción. Estudios del cerebro demostraron que cuando olemos algo, cierta parte de él se activa. Cuanto más exaltada es nuestra reacción a la esencia, más intensa es la actividad de las neuronas.

Otros estudios de una universidad estadounidense sobre las esencias, descubrieron que cuando el olfato es emparentado con un evento emotivo -bueno o malo- la percepción de ese aroma es alterada para acomodarse a la experiencia. Entonces la percepción del olfato consiste no sólo en la sensación que provoca el olor, sino también en las experiencias y emociones asociadas a éstos. Justamente son estas vívidas respuestas emocionales las que mantienen a los maestros perfumistas en la interminable misión de movilizarnos mental y físicamente cada vez que nos colocamos un perfume.

"Con certeza que un perfume influencia en el bienestar de una persona. Un aroma nos conecta con aquella parte nuestra que no es racional. El olor es algo emocional, que nos penetra, se dirige al cerebro y nos hace sentir... es algo muy instintivo", detalla Verónica Kato, perfumista exclusiva de Natura.

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01 de octubre de 2015

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