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JARDíN Y MASCOTAS | 25-03-2013 23:39

La más virtuosa

El aloe vera es una planta ornamental que tiene propiedades curativas, cicatrizantes, cosméticas y no requiere de grandes cuidados. Se la puede cultivar en el jardín, en un cantero e incluso, si no se dispone de espacio, en una maceta.

Además, suele desarrollarse normalmente tanto al aire libre como en el interior de la casa. Crece formando rosetas agrupadas de hojas duras en forma vertical. Tiene un follaje de color verde claro con manchas blancas, volviéndose gris cuando madura la hoja.

Es importante tener en cuenta que todas las especies de aloe florecen sólo después de haber alcanzado la madurez y se propagan fácilmente trasplantando sus numerosos renuevos.

Suculentas: No excederse con el riego. Se recomienda hacerlo solo cada 10 a 15 días.
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Se recomienda ubicar la planta en un lugar con buena luz, sin estar expuesta en forma directa (tener en cuenta que si las hojas lucen marrones es que están recibiendo demasiado sol), en lo posible, en un sector resguardado, para protegerla del frío y la lluvia.

El primer paso es vaciar la pileta, limpiarla de hojas y suciedad y dejarla secar. Luego, se procede a realizar las reparaciones
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Sus principales enemigos son el exceso de agua y las temperaturas por debajo de los 10º C, pero es muy resistente a las plagas y a la falta de riego.

Siembra y cultivo

Crece mejor sobre un terreno arenoso, aunque no es una condición imprescindible, por lo que se recomienda que al menos tenga un buen drenaje y sea ligeramente ácido.

- Siembra: debe realizarse dejando una distancia de dos metros entre una planta y otra, ya que echa grandes raíces y pueden llegar a enredarse unas con otras, quitándose así los recursos naturales o fusionarse hasta convertirse en marañas de matas que se ahogan entre sí. La reproducción es por estolones (en forma de brote lateral que nace en la base del tallo y crece horizontalmente con respecto al nivel del suelo), siendo el otoño la mejor época del año para llevar a cabo este proceso. Nunca debe realizarse en invierno.

- Cultivo en macetas: optar por las de barro que no son porosas y echar adentro tierra del jardín con un 50% de turba. Colocar en el fondo un drenaje de dos dedos de tierra. Cubrir la planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas, para empezar su riego. Para su multiplicación, se deben separar los hijuelos que nacen alrededor de la planta madre cuando éstos tengan una altura de cuatro dedos. Se deben dejar secar sus heridas durante un par de semanas, sin exponerse al sol, para luego plantarlos en macetas individuales. Es fundamental ubicar la planta en un lugar soleado y cálido donde reciba luz pero no en forma directa.

- Riego: es una planta ideal para quienes se inicien en la jardinería o no cuenten con mucho tiempo para dedicarle, ya que requiere de un riego moderado para tener al menos dos recolectas anuales. De lo contrario, sólo podemos cortar hojas una vez al año. Hay que vigilar que el agua no se estanque. El aloe puede pasar largas temporadas sin agua, sobre todo en invierno. Sin embargo, cuando las hojas están delgadas y arrugadas, significa que tienen sed.

Riego inteligente

Es posible regar sin gastar agua de más. Aquí algunos buenos consejos:

- Instalar riego por goteo, preferentemente automático.

- Utilizar especies resistentes a la sequía (hay que regarlas menos).

- Colocar acolchados en la base de las plantas para evitar la evaporación. Ejemplo: cortezas de pino, paja, mantillo, hojas, áridos y gravas, entre otros.

- Poner a la sombra las especies más sensibles al calor.

- Cubrir el suelo con plantas.

- Buscar tener un rincón de sombra con los árboles, las trepadoras (pérgolas), etc

- Agrupar las plantas por su demanda de agua: alta, media o poca necesidad. En el borde del césped plantar las que más necesiten agua.

- El suelo se debe dejar secar moderadamente entre riegos para favorecer que las raíces busquen agua en profundidad y así se hagan más resistentes al riego escaso o nulo.

- La mejor hora para regar es por la madrugada o al atardecer. Hay menos evaporación y la planta la toma mejor.

Fuente: “Plantas amigas de interior”, de B.C Wolverton (Oniro), guiadelemprendedor.com.ar, infojardin.com

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