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MODA Y BELLEZA | 28-02-2013 22:53

Cómo lucir rostros de porcelana

En la búsqueda de una cara impecable, las mujeres debemos hacerle frente a una serie de imperfecciones, siendo las manchas y las ojeras una de las marcas que se hacen visibles con mayor crudeza. Aunque estos signos que deslucen la apariencia general del rostro, surgen, en muchos de los casos, asociados al paso del tiempo, también pueden estar vinculados con la falta de cuidados preventivos.

Más allá de lo que podemos hacer puertas adentro, una larga lista de tratamientos cosméticos y dermatológicos se ponen al servicio de rescatar al rostro de los avatares del tiempo y de la incidencia de algunos factores externos, como los rayos UV y la contaminación.

Las implacables manchas

Este tipo de imperfecciones suelen aparecer a partir de los 30 años, y es importante tratarlas a tiempo porque pueden intensificarse. “Las principales causas de las manchas son exposición a rayos UV, desordenes y cambios hormonales, lesiones superficiales y profundas, y lesiones provocadas por el acné”, explica Mariana Boggione, Responsable de Comunicación Científica de La Roche-Posay.

Existe una gran cantidad de lesiones de este tipo, que aparecen en las distintas etapas de la vida de la mujer, y por causas muy variadas. “Uno de los temas más consultados, sobre todo luego del verano, es el problema de las manchas, especialmente por dos tipos: lentigos solares y melasmas o cloasmas”, explica la Dra. Tielas, Directora del Centro Médico Láser AEGYNA. Mientras que un lentigo solar es una mancha pigmentada, a veces marrón o negra y por lo general plana, que aparece en medio de la piel, y frente a la cual hay que prestar atención por si cambia de aspecto, ya que puede estar asociado con algún tipo de tumor de piel, un melasma es una hiperpigmentación en el rostro, que si bien puede traer alguna preocupación de tipo estética, no compromete la salud. Estas últimas están vinculada a cambios hormonales, y aparecen especialmente durante el embarazo.

Los lentigos solares además de presentarse en la cara se dejan ver en el escote, las manos y la parte superior de la espalda. Las pieles más proclives a sufrir este tipo de lesiones son las claras. Por su parte, los melasmas aparecen solamente en la zona del rostro, y afectan únicamente a las mujeres, especialmente aquellas con pieles oscuras.

Prevención

Una vez más, la protección frente al sol viene a cuento cuando se trata de evitar estas marcas. Los especialistas recomiendan no exponerse al sol, y usar siempre un factor con un filtro mínimo de 15 antes de salir a la calle. Por otra parte, una dieta alta en antioxidantes que incluya caroteno, vitaminas C y E, flavonoides y amino-ácidos puede contribuir a evitar la aparición de manchas. En esta misma línea, los médicos aconsejan evitar los alimentos fritos, así como las grasas saturadas y los solventes.

Tratamientos

Antes de decidirse, será necesario que un dermatólogo especialista en estética defina qué tratamiento es el más indicado de acuerdo a la naturaleza de las manchas que hayan aparecido. Entre las opciones, existen tratamientos a base de:

-Medicamentos tópicos

-Cremas blanqueadoras

-Peelings (con ácido retinoico o con una mezcla de ácidos)

-Tecnología Láser. Va a depender del tipo, ubicación y cantidad de años que presente la mancha. Entre los distintos tipos de láser se suele utilizar el CO2, la Luz Pulsada o el NDyag Qswitched. Es conveniente saber que estos tratamientos deben hacerse en invierno, ya que la piel no puede ser expuesta al sol en el lapso que duren las sesiones.

Bolsas y ojeras

Pocas horas de sueño, estrés, mala alimentación, retención de líquidos, y el componente hereditario son algunos de los factores que influyen directamente en la aparición de estas sombras debajo de los ojos. “La piel a este nivel es fina y permite observar los vasos sanguíneos de la dermis. Cuando estos se congestionan o la piel se pigmenta en exceso, aparece una coloración pardusca o azulada que conocemos con el nombre de ojeras”, explica la Dra. Adriana Raimondi, Directora de D&ME. Éstas se notarán más en aquellas personas de piel translucida o muy blanca.

Las bolsas, por su parte, se van formando lentamente por retención de líquidos, el exceso o la mala eliminación de los lípidos del organismo y también por alteraciones del sistema linfático.

Soluciones en casa

Si bien las ojeras pueden tratarse de una manifestación que surge debido a un desajuste pasajero en los hábitos cotidianos, y que puede solucionarse perfectamente restableciendo un descanso y alimentación adecuada, también puede constituir un problema estético que se instala y preocupa. En esos casos es cuando los tratamientos se vuelven aliados de primera línea para devolver vitalidad a la zona en cuestión.

Se recomienda realizar compresas descongestivas de papa y manzana, pepinillo, o de camomila. También la manzanilla y los extractos de flores son buenos para estos fines.

Por otra parte, la aplicación de cremas sirve para mejorar la circulación. Los especialistas recomiendan aquellas con sustancias despigmentantes, con antioxidantes (vitamina C) e hidratantes (ácido hialúironico). Además, en cuanto a la higene diaria, es aconsejable limpiar la zona dos veces por día, a la mañana y por la noche, con movimientos suaves y de manera circular. Es de suma importancia retirar siempre el maquillaje antes de ir a dormir.

Asesoró: María Ester Siri, Cosmiatra de Weleda, y la Dra. Adriana Szapinka, Directora de BioZone.

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