Thursday 28 de March de 2024
COCINA | 08-02-2013 22:30

Vinos: secretos de una buena guarda

En algunos vinos, la madurez llega antes y no todos están hechos para ser guardados, por eso, el secreto es hacerlos llegar a su punto ideal de maduración. Para conseguirlo hay que tener en cuenta dónde se compra y cómo se guarda.

- Las botellas deben mantenerse en un lugar fresco, ventilado y nunca expuestas a cambios bruscos de temperatura. También es importante que el lugar sea oscuro (o al menos que no le dé la luz directa), con cierta humedad y en una zona sin olores penetrantes.

- Lo mejor es que las botellas estén acostadas para que el vino quede en contacto con el corcho y así se mantenga húmedo. Si el corcho se seca, deja de ser un buen tapón porque permite que entre oxígeno o que se filtre su contenido. Nunca se los debe dejar parados, excepto que sean espumantes, en cuyo caso da lo mismo cómo se los coloque.

- El vino blanco en general y el rosado deben beberse jóvenes, ya que no son para guardar. Los dulces duran más que los secos, salvo raras excepciones.

- Para reconocer tintos que son de guarda, la mejor guía es el precio. Los vinos baratos son para tomar en el momento, aunque algunas veces, los muy caros ya fueron guardados por la bodega y salen listos para el mercado.

- Se aconseja comprar seis botellas y abrirlas en distintos momentos o años. Así aprendemos con la práctica y vemos qué pasa y cómo evolucionan los vinos.

- Cuanto más grande es la botella, más tardía y mejor es la maduración del vino.

- Si el vino estuvo guardado mucho tiempo (entre siete y diez años aproximadamente), puede generar sedimentos. En este caso, hay que decantarlo antes de servir.

Fuente: “Guía de compras”, de Narda Lepes ( Planeta).

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios

Espacio Publicitario