Friday 29 de March de 2024
SOCIEDAD | 12-12-2012 19:57

Permiso, por favor y gracias

En las grandes ciudades, especialmente en Buenos Aires, parece que la educación es algo del pasado y el acelerado ritmo de vida que mantienen sus habitantes los lleva a olvidar lo esencial de una sana convivencia: los buenos modales. Por eso, un grupo de alumnos de la Universidad de Buenos Aires comenzó una campaña de bien público con el objetivo de fomentar el uso de tres palabras clave: “permiso, por favor y gracias” en las calles porteñas.

Con la premisa de que el buen trato hace más felices a las personas, se inició la campaña “Digamos permiso, por favor y gracias, otra calle es posible”, basada en que la amabilidad hacia los demás nos hace sentir mejor como individuos y a su vez, nos permite reconocer al otro. De esta forma, a través de un gesto pequeño ayudamos a reducir los niveles de estrés y maltrato cotidiano que se viven habitualmente en las calles de Buenos Aires.

En el marco de la materia Taller Anual de Publicidad (TAO) de la UBA, se comenzó una recorrida por la calle Florida, en la que se repartieron globos de colores y se sugirió a las personas a que se sumaran a difundir la acción, sacándose fotos que posteriormente fueron subidas a las redes sociales. La reacción primero fue de sorpresa, y posteriormente los transeúntes se sumaron con entusiasmo, ya que según expresaron, coincidían con el espíritu de la iniciativa. También se realizaron spots y videos, basados en el mismo eje temático.

Un estudio sociológico de Sigmund Baumann, “Confianza y Miedo en la ciudad”, revela que en los grandes centros urbanos las personas tienden a la fragmentación, el individualismo, al no tener presente al otro como un igual ni tampoco reconocerse en él, generando como consecuencia el aumento de la sensación de soledad y miedo. Al no tener en cuenta al otro se produce como consecuencia la ausencia de respeto. Las nuevas aglomeraciones favorecen de esta forma el aislamiento en lugar del diálogo y las personas se encuentran encerradas en sí mismas a causa del miedo, olvidando a aquel que tienen al lado.

El acelerado ritmo de vida que mantienen los habitantes de las grandes ciudades los lleva a olvidar lo esencial de una sana convivencia: los buenos modales. Éste es un mal que afecta de manera cotidiana a los transeúntes del microcentro y se agrava porque muchos de ellos no son conscientes de su comportamiento.

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La falta de las palabras “Perdón, Por Favor y Gracias” hace que el ambiente en la calle Florida, una de las más transitadas por porteños y turistas, sea más hostil y genere mayor nerviosismo y estrés, provocando un deterioro en la calidad de vida de las personas. A su vez, este ambiente de poca tolerancia hace que los transeúntes sean indiferentes entre ellos y no se detengan a pensar en la persona que tienen al lado. Sin embargo, lo cierto es que para cambiar la problemática, primero es necesario reconocerla. Por eso, la campaña apunta a recordar siempre que: Otra calle es posible. Cambiarla depende de nosotros.

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