Thursday 28 de March de 2024
SALUD | 21-11-2012 22:27

Cómo recuperar la hidratación

Una piel saludable es sinónimo de una piel correctamente hidratada. En este sentido es que una rutina de limpieza y humectación diaria se convierte en la mejor prevención del envejecimiento cutáneo prematuro, fundamentalmente en los meses que sufrimos temperaturas muy elevadas.

“En esta época del año la producción de glándulas sebáceas aumenta respecto a otras épocas, haciendo que la piel requiera de más líquido”, explica la Dra. Adriana Szapinka, Directora del Centro de Estética BioZone.

Además de tomar dos litros de agua diarios, la aplicación de productos acordes al biotipo de la piel, junto con sesiones realizadas en lugares especializados, son las claves para completar las rutinas de belleza hidratantes.

Hidratación vs. Humectación

Aunque suelen confundirse las diferencias entre los productos hidratantes y humectantes, ambos actúan de manera totalmente diferente en el tejido cutáneo. Los primeros son aquellos que restauran el agua de la piel.

Pueden ser simples, formulados con lanolina y aceites vegetales, o compuestos, a base de sustancias activas, como vitaminas, sales y minerales. Una crema de estas características aportará la cantidad de agua que necesitan las células para realizar sus funciones metabólicas.

Por su parte, las sustancias humectantes que se pueden encontrar en formato de cremas, geles y lociones, contienen glicerina, urea, alantoína, pantenol, entre otras, y funcionan como una barrera frente a la humedad de la piel, reteniendo la misma sobre el tejido, y evitando así su evaporación.

Además, favorecen la captación de agua del medio ambiente, logrando integrarla a la piel, y devolviéndole a la misma los lípidos y aceites que había perdido. ”Generalmente una piel seca y grasosa necesitará de un producto hidratante que le aporte un alto contenido de agua, mientras que para una piel reseca no grasosa, será mejor un buen humectante”, explica el Dr. Gastón Martínez Director Médico de Esencia Belleza y Salud.

Hidratar en verano

Los riesgos que una exposición solar no responsable trae aparejados, se agravan cuando la piel no está hidratada correctamente. “El sol acelera el proceso de envejecimiento cutáneo ya que afecta la normal disposición de las fibras elásticas y colágeno encargadas de dar sostén a la piel, provocando flaccidez y la aparición de arrugas más profundas”, explica el Dr. Martínez.

A diferencia del envejecimiento que se produce por el paso del tiempo, aquel que se ocasiona debido a las radiaciones solares da como resultado una piel más seca, gruesa, y en el peor de los casos, con manchas y pecas.

Por este motivo, la utilización de filtros solares, siempre que se esté expuesto a los rayos UV, se vuelven una necesidad ineludible para evitar la deshidratación tan común en el verano.

Cuidados diarios

Antes de realizar cualquier tipo de tratamiento en gabinete es importante que el cuidado de la piel se convierta en un hábito cotidiano, tanto por la noche , como por la mañana.

Antes de irnos a dormir, debemos limpiar la suciedad que se ha ido acumulado durante el día en el rostro. Después, aplicarnos una crema humectante o anti-age.

El reposo nocturno se convierte en un momento propicio para que los productos que actúan sobre la renovación de la dermis surtan su efecto, ya que las células se encuentran más receptivas que nunca a los principios activos que presentan las fórmulas de este tipo.

La hidratación por la mañana, sobre todo en las pieles maduras, debe hacerse a partir de la aplicación de productos con propiedades revitalizantes y reafirmantes que apuntarán a eliminar las líneas de expresión.

En todos los casos, antes de salir de casa, debemos aplicar un fotoprotector desde el centro del rostro hacia afuera, cuidando también las zonas del cuello y el escote.

Asesoró: Dr. Eduardo Rodríguez, Médico Dermatólogo y Director de Lumipiel.

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