Un estudio realizado por Julie Flood, nutricionista y profesora de nutrición en la cátedra Dr. B. Rolls de la Universidad Estatal de Pensilvania, confirma que la sopa contribuye a reducir la ingesta energética durante las comidas.
Vainilla, la superespecia
Durante cinco almuerzos, participaron 60 voluntarios en un estudio que constaba, en algunos casos, de ingerir sopa como primer plato y en otros, se suprimía esta entrada. Se sometieron a prueba cuatro variedades diferentes de sopas de bajas calorías: caldo de verduras solo, sopa de verduras cortadas en daditos, sopa de verduras procesada o puré de verduras en caldo.
Los participantes que consumieron sopa como primer plato, redujeron el aporte energético en un 20%, más allá del tipo de sopa. Por consiguiente, un plato de sopa de bajas calorías como entrada, en sus diversas formas, constituye una buena estrategia para disminuir la ingesta energética durante las comidas.
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